Descubriendo Córdoba I

03.03.2014 20:44

Hablar de Córdoba es hablar de la pluralidad de culturas, de riqueza en sus costumbres y contraste en su apariencia. La Córdoba Omeya, la Córdoba judía, la Córdoba romana y la Córdoba actual conviven en armonía dotando a la ciudad y a sus gentes de halo de magia dificil de encontrar en otros lugares. Pero sin duda, hablar de Córdoba es hablar de su Mezquita.

La visita al monumento comienza en el Patio de los Naranjos, el acceso al jardín es gratuíto y es ahí dónde se compran las entradas. Los tickets tienen un precio de 8€ por persona y otros 5€ por las audioguías. Aunque estos últimos te los puedes ahorrar perfectamente. El audioguía no resulta muy útil, las indicaciones no están demasiado claras y al final, o estas pendiente de buscar el número que toca o disfrutas de lo que estas viendo. Es mejor echar un vistazo antes a algún panfleto, o incluso a Internet, leer un poco la historia de la Mezquita, y después disfrutar de la magia que se respira dentro.

Una vez terminada la visita, los alrededores de la Mezquita esconden rincones especiales. En uno de los laterales se encuentra la Calleja de las Flores.

A pesar de ser Febrero, los maceteros estabán llenos de flores. Aunque la verdad es que la mejor época para visitar la ciudad es en primavera. En invierno el contraste de las naranjas con el paisaje es muy peculiar, pero en verano se ven todos los naranjos en flor y las calles y patios se visten con el color de las flores. Eso sí, no es apto para alérgicos al polen.

Sin abandonar los alrededores de la Mezquita, dejamos la Córdoba árabe y nos adentramos en la ciudad romana. Un puente, reformado, une las dos orillas del Guadalquivir y un Arco del Triunfo vigila sus aguas. Ya en el rio, un antiguo molino nos recuerda que todas las cosas que hoy vemos como monumentos, en algún momento tuvieron un uso cotidiano.

Todo el paseo del rio está reformado, aunque conserva los colores y la estética de lo antiguo. Si sigues caminando por la ribera, llegas hasta el Alcazar de los Reyes Católicos, los antiguos baños árabes y de ahí a la Juderia. Pero será en otro post cuando paseemos por estos lugares.