Callejeando por Lisboa.

06.04.2014 18:46

Todo el mundo nos lo había recomendado. "Si vas a Lisboa, tienes que montar en el Tranvía 28". Y eso hicimos. Es uno de los tranvías antiguos de la ciudad, de madera y con una campana para avisar a los peatones de su paso. El recorrido te lleva por las zonas más pintorescas de la ciudad, de tal forma, que puedes hacerlo entero y echar un vistazo rápido a los monumentos y lugares más importantes, o puedes usarlo como mero medio de transporte. Nosotras hicimos las dos cosas. Hay que decir que los meneos que pega son bastante bruscos, si vas de pie, ya te puedes agarrar bien.

Uno de los lugares por dónde pasa el Tranvía 28 es el Castillo de San Jorge. Es una fortaleza situada en lo más alto de la ciudad donde las vistas son realmente increibles. Merece la pena pasear por sus jardines y ver la cantidad de gatos y de pavos reales que allí habitan, con suerte se puede ver a alguno desplegando la cola. Otro de los atractivos del Castillo de San Jorge es que cuenta con un auténtico periscopio en uso. Hay visitas en muchos idiomas, nosotras entramos en la visita inglesa porque no queríamos esperar a la española, nuestras caras debían ser un poema porque la guía nos iba traduciendo cada explicación.

Una de las cosas a tener en cuenta cuando uno se acerca al Castillo es que es un lugar muy turístico, posiblemente de los mas turísticos de toda la ciudad, por lo tanto, hay mucho carterista y vendedor ambulante. Nosotras caímos como chinas en manos de uno de ellos que con la excusa de regalarnos una pulsera porque había sido padre, acabamos soltando allí 30€ por unos collares que no hemos usado.

Pero Lisboa es una ciudad para pasear, para caminar sin rumbo fijo, sin planos, sin un orden establecido. Es una ciudad para perderse. Uno de los mayores encantos es precisamente ese, ir descubriendo pequeños rincones pintorescos, cafeterías sacadas de otra época, librerias de segunda mano con expositores en la calle, y por supuesto muchos edificios revestidos de azulejos.

Es una ciudad bastante segura, por lo que no hay problema en recorrerla caminando.