Bosque pintado, intento fallido.

19.07.2014 14:00

Ya lo he dicho en el blog más veces... lo que tiene vivir en el norte es que nunca sabes a ciencia cierta si el día amanece bueno o malo para hacer excursiones. Así que hay que arriesgar, una veces se gana y otras te agarras una buena chupa.

Hace tiempo que tenía ganas de volver al Bosque Pintado de Oma, en Vizcaya. Se trata de una obra de arte del artista vasco Agustín Ibarrola pintada en los árboles, si te colocas en los lugares indicados el efecto óptico que forman las diferentes figuras pintadas en los troncos resulta extraordinario. Estuve de cría con el grupo de Tiempo Libre, pero desde entonces no había vuelto. Miré en Internet y vi que esta a media hora larga de Bilbao en coche, tengo que decir que me llevé un poco de chasco, cuando uno es pequeño las distancias parecen enormes y cada pequeña escapada parece toda una aventura. El día no parecía muy bueno, teniendo en cuenta que estamos en Julio, pero tampoco parecía un día malo, con mucho calor tampoco nos gusta salir por ahí... demasiada gente. El caso es que no las jugamos, cogimos el coche dirección Gernika y nos plantamos en el Bosque Pintado.

El camino que separa el parking del Bosque es un paseo de una hora a paso normal. No es una caminata dura y el paisaje es muy bonito. Tal y cómo pensamos, las nubes habían espantado al resto de los mortales y estuvimos casi solos durante todo el trayecto. La mar de agusto. Pero fue llegar al Bosque (insisto, a una hora caminando de donde habíamos dejado el coche) y empezó a llover como si no hubiera llovido nunca. Nos metimos un momento bajo un árbol con la ilusión de que pararía en cualquier momento. Pero cada vez llovía más, así que, ya que estábamos allí, pues vimos el bosque y nos sacamos unas fotos.

Una vez calados hasta la ropa interior, y en vista de que aquello no tenía pinta de mejorar, emprendimos el camino de vuelta. No pudimos disfrutar de la pintura de Ibarrola como se merece... pero nos ganamos una buena alubiada. El restaurante más cercano es el Lezika, www.restaurantelezika.com. Es un sitio muy bonito dónde se celebran bodas y eventeos especiales. Siguiendo la búsqueda de nuestra alubiada perfecta, no miramos ni la carta. La comida estuvo bien, aunque sigue en cabeza la alubiada del Museo Vasco que nos comimos en Artea. La relación calidad-precio fue mucho mejor. En Lezika pagamos 45€ por la alubiada, postre, café y txakolí unos 10€ más que en Artea dónde el putxero fue más grande y además comimos segundo.

Como digo, no pudimos disfrutar del Bosque como se merece, así que tendremos que volver. Además, como fue una excursión que surgió de repente y sin preparar tampoco pudimos entrar en las Cuevas de Santimamiñe, que están ahí mismo, ya que hay que coger la entrada por Internet. Así que habrá un próximo post de este mismo lugar.